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LA PREPARACION DEL EVANGELISTA

Introducción:
La tarea de evangelizar, es algo mas que “*****plir” el mandamiento de predicar el evangelio. Es mucho más que callar nuestras conciencias con la idea de que “ya lo intente y no pasó nada”, o eso de que “alo mejor no tengo el don.” La tarea de evangelizar impone pasión, demanda esfuerzo, requiere dedicación, exige entrega, e impera preparación si se quiere que sea efectiva. Cualquier otra manera de evangelizar no es evangelizar. Si las almas no se salvan no se ha evangelizado; no importa cuanto se les haya predicado. La manera más efectiva de evangelizar es la que el Señor Jesús usara. El es nuestro modelo, el mismo dijo: “Porque ejemplo os he dado” analicemos pues, las características y cualidades que hicieron efectiva la predicación del Jesús.

1. Buen testimonio
A Jesús jamás le pudieron hallar ninguna falta, aunque “fue tentado en todo pero sin pecado”. Esta impecable reputación preparó el terreno para que su mensaje fuera recibido sin obstáculos por sus oyentes.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve… 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. Salmos 51: 6, 7, 13

a. Interior
Todo lo que tiene que ver con nuestra vida secreta y privada debe ser agradable ante los ojos de Dios. (Nuestros
pensamientos, nuestro carácter, moralidad e integridad, nuestra devoción por Dios, nuestro amor por nuestra esposa y familia, etc)

b. Exterior
Todo lo que tiene que ver con los aspectos visibles de nuestra persona deben estar de acuerdo con lo que pretendemos enseñar. Su Asistencia a la iglesia, su manera de conducirse, su manera de hablar y lo que habla, su manera de adorar a Dios, deben reflejar una marcada diferencia entre usted y la persona que evangeliza. Sus hechos hablan mas fuerte que sus palabras.

2. Empatía (sentir el dolor ajeno, moverse a misericordia ante la desdicha del prójimo)

Y al ver las multitudes, [Jesús] tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9: 36

El evangelista no debe comenzar su obra si antes no ha experimentado esta empatía por las personas alas que va ha predicar. Jesús al ver la condición caída del hombre, sintió esta compasión que lo llevara a dar el todo por salvarnos.
Debiéramos pedir a Dios la facultad de sentir y hacer propio el dolor de estas personas, observar su miseria, percibir su dolor, interiorizar la necesidad de ellos al punto de sentir una carga por la condición perdida en que se encuentran.

3 Consagración

Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa. Marcos 3: 27

Lo primero que Jesús hizo antes de comenzar a predicar fue apartarse al desierto para ayunar y orar. Evangelizar es una batalla espiritual en el cual peleamos en contra de huestes espirituales y gobernadores de las tinieblas por el alma de las personas. Estos las tienen atadas y gobiernan sus vidas; ellos no les van a soltar tan facil mente. Nunca debemos olvidar que nuestra lucha no es contra carne y sangre. Las armas de nuestra milicia nos son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
El ayuno, la oración, la humillación, la sujeción, el conocimiento de la Palabra y la fe, son nuestras armas. Jesucristo siempre oró, y ayunó; oró al comienzo de su ministerio, ayunó por la samaritana, oró por pedro, en el Getsemaní oró por todos los que habíamos de creer, y aun estando en la cruz oró por quienes lo crucificaron. El peleó por las almas utilizando estas armas.

4 Entrega total
La historia del buen samaritano (Lucas 10: 27-37) ilustra perfectamente la entrega, pasión, y compromiso que debe haber en todo evangelista.

1) Fue movido a misericordia. Al verlo tirado y herido sintió que su ser se conmovía por ese pobre desdichado.
2) Se detuvo. Y se involucro en la situación del hombre, manchándose aun las manos con su sangre.
3) Lo ungió con aceite y vino. Símbolos de intercesión (oración y ayuno)
4) Se desvió de sus labores diarias. Si es que él iba a trabajar, con tal de ayudarle hizo a un lado sus compromisos.
5) Lo llevó al mesón. No descanso hasta que logro llevarlo a un lugar de reposo, (la casa de Dios)
6) Invirtió en él. Aun que ni le conocía, saco dos denarios y pago por él.