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El corazón de un líder.

INTRODUCCION.
El texto de Deuteronomio 28:13 habla del propósito y deseo de Dios para con nosotros, no es solamente una promesa, es la misma expresión de la voluntad de Dios para con cada uno de nosotros que formamos parte de su iglesia, es el corazón mismo del liderazgo.
Así como en el principio Dios otorgo al hombre el liderazgo y lo puso por cabeza de todo la creación, de la misma manera Dios dio el liderazgo a su iglesia y la puso por cabeza.
Dios quiere que seamos cabeza. Pero ¿qué hace la cabeza? Bueno, si vemos bien en la cabeza se encuentran todos los centros de coordinación y de control de nuestro cuerpo, también el ser cabeza significa ser el que va delante de todo y enfrenta las circunstancias.
Entonces podemos decir que el que es cabeza va delante, guiando, abriendo camino, controlando y liderando al cuerpo.


Dios quiere levantar en este tiempo lideres que sean cabezas, que se levanten y se pongan al frente, cabezas que estén arriba y no abajo; cabezas que levanten los ojos hacia él.
Cabezas que sean previsoras y pongan su vista en las cosas de Dios, cabezas que lo busquen y de él reciban sabiduría, ciencia y gozo para encarar las grandes empresas y emprendimientos que deben encarar.
El asunto es ¿seguiré siendo cola cuando Dios quiere que sea cabeza y quiere ponerme como tal?


Necesito ser transformado, mi entendimiento debe ser renovado y recibir el cambio de identidad. El cambio de cultura para dejar de ser cola y transformarme en cabeza y ocupar el lugar que Dios ha preparado para mi, sólo de esta forma podré empezar a ver todo lo que Dios tiene preparado y provisto para mí.
Como cabeza tendré la obligación y responsabilidad de ir a lugares en los cuales nadie ha dio; y donde no hay nada hecho; y en los que deberé empezar de cero, pero también tendré el privilegio de ver esos lugares transformados y bendecidos por Dios.
Como cabeza deberé conquistar, y no solamente conquistar, sino también poseer y hacer productiva la tierra que Dios pone en mis manos.
Esto es lo que es ser cabeza.


Esto es lo que en definitiva hace un verdadero líder. Y todo esto es parte del plan y proyecto de Dios para con nosotros; y que debemos de guardar y cumplir.
¿Cuántos quieren ser –convertirse en- líderes?
¿Cuántos saben lo qué es y hace un líder?
¿Cuántos saben cómo es y lo que hay en corazón de un líder?
¿Qué clase de líder soy? ¿Soy el líder que el pueblo y la nación necesitan y requiere?
¿Soy el líder que Dios quiere que sea?
Estas son preguntas que no se responden por impulso, sino para que las meditemos cuidadosamente; y luego si, las contestemos.
Vivimos en tiempos en que muchos se autoproclaman líderes y no lo son. Otros quieren ser líderes y no saben como hacerlo.
En la Biblia encontramos el ejemplo de lo que es un líder, de cómo debe ser; y como es su corazón.
En primer lugar veremos a Nehemías y Mardoqueo, modelos ejemplares de líderes.
Y para finalizar alzaremos nuestra mirada hacia el Líder Indiscutible de todos, el Ejemplo Máximo por excelencia, Jesús. Y apreciaremos lo que es un líder de verdad, como llegar a serlo, lo que hay y como es su corazón.

UN LLAMADO A DESPERTAR.
¿Qué es lo que importa? ¿Qué es lo que importa en realidad? ¿Qué es lo que hay en el corazón de un verdadero líder? ¿Qué hace a un líder un líder de verdad? ¿Cómo podemos llegar a ser la clase líderes que Dios quiere y que el pueblo necesita?
Bueno todo eso lo vemos en un hombre, un copero, un esclavo judío llamado Nehemías, que Dios puso como el gobernador de Jerusalén, y que tuvo la misión y la visión de reedificar una ciudad, restaurar y refundar una nación, su nombre Nehemías.
Nehemías fue llamado a despertar en su peor momento, pero Dios lo hizo despertar a lo que él quería hacer, y Nehemías fue obediente a ese llamado.
Nehemías nunca, pero nunca renegó del llamado ni de lo que tenía que hacer aún cuando las cosas se pudieron difíciles y la oposición era grande.
Desde el primer momento fue consciente de lo que tenía que hacer y nunca se durmió, aún cuando todo parecía estar bien, él siguió despierto y alerta.
Él despertó a la realidad que Dios lo había puesto por líder.


Hay muchos que aún están durmiendo a pesar de que Dios los está llamando; y no se dan cuenta de que Dios quiere que se despierten para ocupar su lugar.
“¡¡¡DESPIÉRTATE, TU QUE DUERMES, Y LEVÁNTATE DE LOS MUERTOS, Y TE ALUMBRARA CRISTO!!!”. Efesios 5:14.
Eres un líder debes despertarte. Eres un líder debes levantarte.
Ester también tuvo un llamado a despertar cuando Mardoqueo le ordena que haga algo.
Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío.
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? Ester 4:13-14.
A lo largo del camino, todos vamos a encontrarnos situaciones que nos van a sacudir gasta el centro mismo de nuestro ser –esto le sucedió a Nehemías, a Mardoqueo y a Ester- y van a hacer que pensemos en las cuestiones de la vida ¿Por qué esperar a que las circunstancias nos aplasten? Este es el momento para despertar y buscar la ayuda, sabiduría y orientación de Dios.

PROVISION Y PREVISION.
Nuestro papel dentro del mundo actual se centra por completo en la provisión y en la previsión. El proveedor es aquel que ve antes, o que esta a favor de la visión; y el previsor, es aquel que ve las cosas con anticipación, ambos se encargan de planificar y desarrollar la visión para alcanzarla.
Lo más importante de la provisión y de la previsión es la visión. El prefijo “pro” indica “antes o a favor de”; y el prefijo “pre” indica “antes que”.
Obviamente la visión, habla de mirar, de ver.
¿Qué resultado da esa formula? Mirar adelante, da orientación. Anticiparse a las necesidades. Definir el punto de destino. Todo esto es provisión y previsión.
¿Qué hace a un líder? Por encima de todo, la visión. La visión es algo más grande que él mismo. La visión de algo que hay por delante. La visión de un lugar a donde ir o a una causa que servir. Debemos visualizar antes de tiempo. Proyectar. Pensar para el futuro. Levantar los ojos y trazar el curso que hay por delante. Hacer preguntas orientadoras. Tener una imagen del futuro. Anticiparse a lo pueda traer consigo los meses y los años.


Esa es la esencia misma de su liderazgo. Ese es “el rey” que hay en todos nosotros… siempre mirando adelante, vigilando a favor de los suyos, proporcionando dirección y orden. ESO ES LO QUE Dios quiere de cada uno de nosotros, que tengamos la mentalidad real, no para ser monárquicos y déspotas, tiranizando a los que están debajo de nosotros, sino que llevemos y conduzcamos al pueblo, tal como Nehemías y como David, por eso es que somos reyes y sacerdotes de Dios, somos la guía puesta por Dios en medio de este mundo, por eso somos luz y sal.


Es por eso que somos reyes, para guiar, un buen rey siempre pensara en el bienestar y felicidad de su pueblo y realizara estrategias, planeación y desarrollos de tareas para mejorar la calidad de vida de los que viven bajo su reinado; y esto es lo que hace un líder. Si vemos bien Nehemías es lo que hizo como gobernador de Jerusalén.
Cada uno de nosotros debemos fijar la visión. Podemos conseguir la perspectiva que necesitamos para entrar en un papel de líder… si estamos dispuestos a humillarnos y pedírselo al Señor. Meditemos en este consejo de Santiago 1:5:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.


Los proveedores y previsores necesitan usar la capacidad que les ha dado Dios para ver a distancias, dando esperanza y seguridad a aquellos que están bajo su cobertura. Cuando no pueden o no quieren, la gente que vive bajo esta sufre perdidas.
Nehemías fue previsor y proveedor, no sólo que estuvo a favor de la visión sino que también previó lo que necesitaba para llevarla a cabo(Nehemías 2:5-16).
Él era inspiración y guía para su pueblo(Nehemías 2:17-18). Fortaleció y animo al pueblo(Nehemías 4:11-23).


Él manifestó interés por la condición de su pueblo, él se interiorizo, dejando de lado su propia situación(Nehemías 1:1-11).
La previsión y la provisión lo llevaron a tomar medidas contra los enemigos. Al ser un hombre de visión, un líder de visión, esta lo llevo a prevenir y tomar medidas para que la obra continuara y se completara(Nehemías 4:13-23).
Nehemías tuvo poder para permanecer y terminar la obra llevando a cabo la visión planificando y desarrollándola(Nehemías 6:15-16).
Nehemías se encargo de levantar una nación de la ruina, el tuvo la tarea, dada por Dios, de restaurar el escenario político social de Israel, mientras que Esdras se centró en el corazón netamente espiritual de la nación.
Nehemías como gobernador desempeño tareas a nivel social, aboliendo la usura(Nehemías


5), a nivel institucional, designando dirigentes de confianza(Nehemías 7:1-4), y realizando diversas reformas sociales y religiosas necesarias para el progreso de la nación(Nehemías 13).
Era un hombre de una gran visión, con un compromiso y dispuesto a todo para llevarlo a cabo. Esto lo llevaba a tener ciertas características destacables.
1. Tenía un corazón que se ocupaba del bien de su pueblo, y que se dolía cuando este no andaba según lo que Dios quería para él(Nehemías 13:8).
2. Amaba a su nación(Nehemías 1:1-4).
3. Era un hombre devoto(Nehemías 1:5-11, 4:4, 5, 9).
4. Era un hombre de fe(Nehemías 2:20, 4:14).
5. Era un hombre valeroso(Nehemías 4:20, 6:10, 11).
6. Era un hombre diligente(Nehemías 4:21-23, 6:3).
7. Era un hombre con habilidad para el liderazgo(Nehemías 4:13-20).
8. Era un hombre firme en lo recto(Nehemías 13:11, 17, 25). Sin temor a realizar cambios a pesar de la oposición, enérgico frente a los adversarios.
9. Era un hombre serio para reformar(Nehemías 5:13, 15-35).
10. Consciente de la gran tarea que tenía que realizar(Nehemías 4:19, 6:3).
11. Entendía si el mensaje y el mensajero eran de Dios o no(Nehemías 6:12).
12. Puso primero al pueblo antes que a él, y edifico su parte, él también trabajó(Nehemías 5:15-18).
De Nehemías podemos aprender lo que se requiere para encarar una gran obra:
1. Un buen estado espiritual y mental.
2. Un servicio sacrificado y comprometido. Entrega del 100%.
3. Encarar los hechos antes de iniciar el trabajo.
4. La cooperación como elemento esencial de toda obra exitosa.
5. Una organización completa.
Dios espera que seas el proveedor y previsor, en el sentido más completo de la palabra… un líder con los ojos fijos en el horizonte, anticipándose a los peligros, olfateando en el viento la esperanza e inspirando a los que se encuentran debajo de usted a seguirle.

LA VISIÓN Y MISIÓN DEL LIDER DE DIOS.
Las características de un verdadero líder.
Dios puso a Nehemías como un líder político, si como lo lee, como un líder político, él fue contra la corrupción de los que habían sido antes que él, ya que el fue diferente(Nehemías 5).
Podemos mencionar también como líderes políticos puestos por Dios a José, a Ester y Mardoqueo y a Daniel.
Todos ellos desempeñaron un papel fundamental en la política de sus tiempos, fueron factores de cambios en donde se movieron.
Nehemías no fue como los otros gobernadores que habían estado antes que el, quienes abusaron de su puesto y de su autoridad y oprimieron y angustiaron al pueblo para sacar provecho y favorecerse ellos, Nehemías fue contra el abuso de poder y autoridad, él dio el ejemplo, no sólo de palabras sino con hechos y acciones concretas(Nehemías 5:10-18).
Aún el mismo Mardoqueo es un ejemplo a seguir, pues si vemos bien la historia del libro de Ester, el fue un protagonista activo de la historia.
Cuando se enteró del edicto que declaraba al destrucción de su nación no se quedo de brazos cruzados; el fue y actúo, no se escondió, se determino a actuar a favor de su pueblo.


En un momento tiene que ser duro con Ester y hacerle ver que ella estaban donde estaba con un propósito, con una misión, ella debía actuar, y se lo dice enérgicamente para que ella deje de ser una doncella obnuvilada por el esplendor del palacio y ocupe su lugar de reina, lugar al que llego por un plan de Dios.
Mardoqueo le hizo saber que si ella no actuaba, de seguro Dios utilizaría a alguien más, pero ella y toda su descendencia se perdería, además, de perderse la oportunidad de ser parte del plan de Dios; y ella para esa hora había llegado a un puesto de privilegio, a ser la reina, ella entre otras muchas doncellas había sido escogida, ¿y quién era? Una esclava judía, una huérfana, criada por su tío.


Y Ester se determinó y actuó y el resultado fue que su nación fue salvada y sus enemigos destruidos. Ella entró a la presencia del rey, aún sin ser llamada, sabiendo que ella podría morir por esto, pero halló gracia delante de los ojos del rey.
Y el en final del libro de Ester se menciona que Mardoqueo recibió el anillo del rey –con el cual se sellaban todas las leyes y edictos del reino- en una palabra recibió la autoridad de cambiar todo. Fue honrado como el segundo después del rey, y esto trajo alegría a todo el pueblo; el trajo alegría a la ciudad de Susa y prosperidad a su pueblo(Ester 8:1-17).
Mardoqueo y Ester tenían plena autoridad(Ester 9:29).


Mardoqueo fue un gran líder, porque fue puesto sobre todo, y busquó el bien de su nación, de su gente, y por esto todo el pueblo lo amaba(Ester 10:3).
Ese es la clase de lideres que debemos buscar ser. Como Mardoqueo, como Ester, como Nehemías. El caso contrario lo encontramos en el mismo libro de Ester, y lo vemos en Amán, que solamente buscaba ser él, el era un líder egoísta que buscaba su beneficio y no el del pueblo.
Dios quiere que sepamos que la política no es mala ni corrupta en si misma, sino que debe ser transformada y redimida, y esto se logra solamente si los hombres que ocupan esos lugares son transformados y redimidos.
Dios quiere levantar líderes de en medio de su pueblo para que ocupen esos lugares, líderes con una mentalidad diferente; porque como dice la Biblia en Proverbios: “Cuando el justo gobierna la ciudad se alegra”.
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;
Mas cuando domina el impío, el pueblo gime.
Proverbios 29:2.
Hay lugares que ocupar:
* En la política.
* En la dirigencia.
* En la educación.
* En la salud.
* En lo laboral.
* En lo social.
* En lo cultural.
* En lo económico.
* En lo administrativo.
* En las ciencias e investigación.
* En las leyes.
* En la justicia.
Nuestra tarea no es sólo en la iglesia, estas también son nuestras áreas de trabajo, preparémonos para ellas.
Allí estamos llamados a ser líderes, a ser luz y sal. A cambiar el estado y la realidad de las cosas.


Generando cambios y oportunidades para el crecimiento y desarrollo; como Mardoqueo que siempre busco el bienestar de su pueblo(Ester 10:3).
Durante mucho tiempo la iglesia creyó erróneamente que la política era “mala”, que era “un pecado” y critico duramente al que hablaba de tomarla para Dios y mucho más si alguien trataba de ocupar un lugar en ella.
No estoy diciendo que nos lancemos a ocupar el espacio político sino estamos llamados a eso, porque seriamos destruidos por no ser nuestro lugar. Sino que formemos a los que los ocuparan para que sean buenos líderes políticos, que los estimulemos a que se preparen y a que se formen y crezcan en los principios inmutables de la ley y la justicia de Dios, sólo así podremos tener líderes políticos justos.
Muchos no prestan atención a esto, y es un error, la iglesia debe generar líderes, tanto para adentro, para si –en el área ministerial, cualquiera que esta sea- como así también para afuera, para ocupar los lugares de dirigencia, puertas afuera.
No es cuestión de tan sólo decir: “Cristo viene pronto, prepárate y espéralo”, y encerrarnos en los templos. Es cuestión de cómo lo estamos esperando y saber en que consiste estar preparado, no nos tiene que encontrar de brazos cruzados metidos en los templos, encerrados, sino trabajando en su obra para él.


Bien, ahora veamos cuales son las características de un verdadero líder, tanto para la iglesia como para fuera de ella.
1. Un verdadero líder es alguien que sabe como manejar sus problemas y conducir su vida. Tiene –por su crecimiento- la libertad de ayudar a otros a encaminar sus vidas, sin que esto represente una carga imposible de llevar para él.
2. Un verdadero líder tiene vocación y llamado, posee el corazón para pastorear al pueblo.
3. Un verdadero líder no tiene un cargo sino que lleva las cargas del pueblo.
4. Un verdadero líder es fiel y constante.
5. Un verdadero líder es un siervo, sirve a Dios y a los demás por medio de su ministerio.
6. Un verdadero líder tiene en claro la idea de que: “Mayor es el que sirve”. Dicho de otra manera, si creces es para servir, y no para ser servido. Crecer significa dar más.
7. Un verdadero líder une al pueblo y coopera con otros así como lo vemos en el ejemplo de Esdras y Nehemías.
8. Un verdadero líder se une a otro, reconoce que necesita la ayuda y la amistad del otro, nunca trabaja solo.
Muy dentro de sí, todo líder necesita un amigo. Muy dentro de sí, todo líder necesita un hermano a quien abrazar. Muy dentro de sí, todo líder necesita un alma hermana. Alguien con quien caminar juntos. Otro líder con un corazón semejante al nuestro.
Todo guerrero necesita un compañero de armas.
Cuando usted va a hacer algo que lleva su alma al limite necesita un camarada. Un compañero.
Todo líder necesita un compañero, un camarada. Todo líder necesita alguien con el cual se pueda enfrentar a la adversidad y a la muerte. Nos cuidamos la salud. Ahorramos dinero. Cuidamos de nuestro techo. Conseguimos ropa suficiente. Pero, ¿quién provee con sabiduría para no verse desprovisto de la mejor propiedades de todas, los amigos; amigos fuertes y fieles?”.
La amistad exige sinceridad. Exige confianza, compromiso y entrega.
Los líderes de verdad permanecen juntos. Necesitamos comenzar a pensar así. Los líderes de verdad se necesitan unos a otros. Los verdaderos soldados se estiman ente sí.
¿Se está dando usted a alguien? ¿Se está abriendo a alguien? ¿Sabe alguno de sus compañeros de milicia dónde están las hendiduras de su armadura? ¿Anda en busca de un alma gemela, de un camarada?
Algún día oscuro, cuando tenga débiles las rodillas, la corriente sea fuerte y el agua esté fría, se alegrará de haberlo hecho.
Todo guerrero tiene hendiduras en su armadura. Cuando admitimos nuestros puntos vulnerables ante un amigo de confianza, nos estamos consiguiendo protección y esperanza; un escudo en los días en que caigan las tinieblas y vuelen las saetas.
9. Un verdadero líder es factor de cambio, transforma a los que toca y a su medio.
10. Un verdadero líder ve cosas que otros no pueden ver y se anticipa a ellas.
11. Un verdadero líder debe ocupar su lugar y *****plir su rol…
En lo personal.
En lo ministerial.
En la nación.
En lo profesional.
En lo familiar.
Esto requiere y exige una visión clara y definida.
12. Un verdadero líder forma nuevos líderes y designa nuevos dirigentes.
13. Un verdadero líder sabe delegar, pues entiende que no puede hacer la obra solo.
Los líderes no nacen ni se hacen, se forman, se producen, esto es como lo vemos en las abejas. Pues de acuerdo al cuidado y a la alimentación que las obreras nodrizas les den a las larvas, será la abeja que se forme de ella.
De ahí, que aquellas destinadas a ser reinas son alimentadas exclusivamente con jalea real.
Tenemos que formar líderes, no sólo para que ocupen puestos dentro de la iglesia –que es muy bueno- sino también para que ocupen los lugares fuera de la iglesia, por ejemplo, en la dirigencia.
Si una iglesia quiere crecer, deberá procurar que sus miembros se transformen en líderes, maduros, de lo contrario no podría crecer y se estancará; y lamentablemente morirá como iglesia.
Aquella persona que ocupe un puesto de líder, pero que no permite que otro crezca y se desarrolle por considerarlo que no está preparado no tiene la visión del verdadero líder.
14. Un verdadero líder es un buen administrador –mayordomo- de los recueros, los bienes e incluso de las personas que se ponen y entregan en sus manos a su cuidado.
15. Un verdadero líder no es autoritario, no impone, no es un tirano, tampoco es un débil y pusilánime que permite hacer cualquier cosa ni lo que se venga en gana, da lugar a la verdadera libertad, pero no al libertinaje.
16. Un verdadero líder pone reglas claras y concisas, establece pautas y leyes de acuerdo a los principios y la voluntad de Dios expresadas en la Biblia.
17. Un verdadero líder da lugar para que otros crezcan, se desarrollen, crea un ambiente y condición propicios para los suyos.
18. Un verdadero líder siempre busca el bien del pueblo.
19. Un verdadero líder sabe dar cuenta de todo lo que hace, sabiendo que rinde cuenta a Alguien Más Grande que él.

PODER PARA PERMANECER.
La gente, los sucesos, las maquinaciones, los desastres y las catástrofes nos pueden quitar las cosas. Las del exterior. Pero nadie nos podrá quitar jamás lo que tenemos dentro: corazón, alma, carácter. El hombre los puede desechar, pero nadie se los puede quitar.
Esto es algo que es más grande y fuerte que la paciencia. Resplandecer a través de las tinieblas de las pruebas y los apuros, y de todas las circunstancias difíciles imaginables. Esto es poder para permanecer.
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:2-4.
Una traducción literal traduciría esto con las palabras mantenerse debajo. Quedarse. Perseverar. Agarrarse fuerte. Mantenerse firme. Eso hace un líder. Eso es un líder. NO SE CONFUNDA NO ESTAMOS HABLANDO DE RESIGNARNOS A LA SITUACIÓN, SINO DE TODO LO CONTRARIO, DE PREVALECER FRENTE A LAS SITUACIONES QUE NOS TOCAN VIVIR, tal y como lo hizo Nehemías frente a los problemas que se le presentaron cuando el fue a Jerusalén para reedificarla y restaurar la nación.


El copero Nehemías, el gobernador de Jerusalén Nehemías, el líder Nehemías, el hijo de Dios Nehemías era alguien que no se apoyaba en lo que tenía, sentía, veía, oía o vivía.
Nehemías demostró quién era, sin necesidad de condecoraciones, tributos, trofeos y elogios. Después de haber sufrido la destrucción de su ciudad y el destierro a una tierra extranjera se levanto en medio de todo esto y pudo orar por su pueblo.
Ya siendo gobernador se mantuvo fiel y firme al llamado y a la visión.
Poseía una especie de sentido de permanencia. Era fuerte, estable, seguro; constante todo el tiempo. Lo que uno veía, era todo lo que había. Nehemías permaneció.
Supo permanecer firme en sus convicciones y en su llamado, aún frente a la oposición y a los que intentaban infundirle miedo.


Este poder para permanecer es el que hace y marca a un líder.
¿El resumen de todo? Siga fiel. Manténgase firme en sus compromisos. Sea fiel a sus promesas. No suelte, pase lo que pase. Cuando el trabajo le esté aplastando el espíritu… no deje que lo venza. Cuando todo este inundando… permanezca fiel. Cuando no sepa que hacer… permanezca fiel.
Comprenda que el núcleo del poder para permanecer es el sacrificio y el compromiso: ese darse a uno mismo por el bien de otro. Si queremos ver el ejemplo máximo del poder para permanecer, sólo tenemos que fijar los ojos en el Señor Jesucristo. Cuando pudo haberse apartado de la cruz, siguió su curso, endureciendo el rostro, hasta llegar al Calvario. Cuando pudo haber bajado de la cruz y evitando el sufrimiento, se quedó en ella. Cuando pudo haber convocado ejércitos de ángeles que lo liberaran, y pedido golpes aéreos divinos contra sus adversarios, allí se quedó. Perseveró y “se quedó debajo” todo el tiempo, hasta que llegó el momento en que pudo gritar con fuerza: “¡Consumando es!”.


Y, ¿para qué lo hizo? Para que por medio de su poder de resurrección en nuestra vida, usted y yo nos pudiéramos convertir en el tipo de personas que él nos ha llamado a ser. Ahora podemos mantenernos firmes y enfrentarnos a cuanto nos quiera tirar encima la vida, la muerte o el infierno… porque él lo hizo antes que nosotros. No es sólo el modelo del poder para permanecer, sino que se lo proporciona a quien se lo pida. No sólo nos muestra cómo es el más hombre de los hombres, sino que se enrolla las mangas y nos ayuda a lograrlo.
Por eso, los líderes de verdad no huyen. Los líderes de verdad permanecen, y permanecen, y permanecen. Como Nehemías. Como Mardoqueo. Como Jesús.
Manténgase firme con todas sus fuerzas, que cuando se acaben Dios las renovara y se las dará nuevas. Manténgase firme ante las tormentas y las desilusiones, las angustias, las tentaciones, las heridas y las circunstancias locas y llenas de agitación.

NEHEMÍAS UN LIDER COMPASIVO, DE CORAZON TIERNO.
Nehemías fue un líder comprensivo y misericordioso con su pueblo. Fue tierno. Hay todo un mundo de diferencia entre ser tierno y ser blando. El diccionario distingue claramente los términos. Tierno viene del latín tener, que significa “lo que se estira o extiende”. La palabra en si es definida como “expresión de sentimientos de amor, compasión, bondad; afectuoso, como “un cuidado tierno”, considerado, cuidadoso”.
Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vida; porque habéis llegado a sernos muy queridos.
1ª Tesalonicenses 2.7-8.
Afecto es un término tomado del mundo de la guardería y el cuidado de los niños. Se usa para el fuerte cariño que existe en la más delicada de todas las relaciones: la existente entre una madre y el hijo que está criando. Además, parece haber una sensación de profesionalismo consagrado unida al uso. Describe a la más experimentada de las nodrizas. Es esa sensación subyacente de que existe la conexión emocional y espiritual requerida para enfrentarse con éxito a todo reto significativo, como la crianza de los hijos, por ejemplo.
Nodriza. Mujer que amamanta a un lactante que no es hijo suyo.
Afecto. Tono emocional de la persona que refleja el interés, el agrado o el desagrado ante una situación determinada. La palabra afecto se utiliza con frecuencia como término genérico para referirse tanto a un sentimiento(modo de humor o de ánimo, de temple más bien estable y endógeno) como a una emoción(más inestable y dependiente de estímulos ambientales).
Afectividad. Conjunto de estados y reacciones psíquicas en los que se experimentan y expresan la repercusión que para las necesidades del individuo tiene lo que es percibido en el mundo. Junto con los impulsos, la percepción y la conducta, constituye(como tercer elemento de la vivencia) el círculo funcional de la comunicación del ser vivo con el ambiente. Incluye tanto los estados afectivos, de ánimo o de humor, como los movimientos afectivos o las emociones.
Y esto lo vemos reflejado en Nehemías, quien estaba profunda e íntimamente conectado con su pueblo, entre ellos nos había barreras ni separaciones, no eran el gobernador y el pueblo, era uno solo, estaban unidos, Nehemías sufría si su pueblo sufría, gozaba si su pueblo gozaba.
El apóstol Pablo sugiere que el corazón de su ministerio era el ministerio del corazón: tierno, delicado, afectuoso, cariñoso. Familiar, eleva el espíritu que es semejante a él.

NEHEMÍAS UN LIDER DE AUTORIDAD BAJO AUTORIDAD.
Nehemías era un hombre en autoridad, y también un hombre bajo autoridad. Era un líder de autoridad que estaba bajo autoridad. Aquel que es la autoridad máxima quiso llamarlo y ponerlo como cabeza de su pueblo. Él fue quien lo escogió, no el rey, ni el mismo.
Dios nos ordena –al igual que lo hizo con Nehemías- guiar; esto no es algo optativo.
Un verdadero líder es sumiso. Debemos tener un espíritu de sumisión, en lugar de limitarnos a un sentido de jerarquía técnica. Dios nos ha puesto en autoridad, y también bajo autoridad.
Dios nos ha dado autoridad. Pero debemos ser personas bajo autoridad ¿Se halla bajo la autoridad de Cristo? Esta es la pregunta clave.
Como persona, como líder, como miembro del cuerpo de Cristo, necesito regresar a las exhortaciones que me hace la Escritura, y que se hallan metidas entre las indicaciones para que se sometan otras personas ¿Me someto a la autoridad de los líderes en mi iglesia y a las autoridades del gobierno? ¿Estoy dispuesto a someterme a otros cristianos? tal vez piense que estoy hecho para llegar a ser un buen general, pero primero, ¿he aprendido a ser un buen soldado? Antes de poder guiar, hay que aprender a seguir.
Si no vivo como se me ha indicado, estoy minando mi propia credibilidad a la hora de recordarles o enseñarles que deben vivir como se les ha indicado.
¿Qué es ser cabeza? Es un liderazgo con insistencia en la responsabilidad, el deber y el sacrificio; no el rango o el dominio. No se trata de proclamar “yo mando aquí”. La mayoría de los que tienen que insistir en que ellos son líderes, lo hacen porque no lo son.
El ser cabeza es guiar, planificar, idear, manifestar ternura, proveer, proteger, cuidar, amar, desarrollar, liberar, sacrificarse. Haga estas cosas en vez de mandar y dominar.
La esencia de los tonos tiernos es el hecho de ser siervo. El líder maduro –y verdadero- comprende lo que es ser un líder siervo. Es ser como Jesús.
Dios ha puesto a los líderes en autoridad, pero también los ha puesto bajo la autoridad de Jesucristo. Mientras no nos sometamos a su señorío e imitemos el modelo de su servicio no nos podremos ganar el respeto necesario para ser líderes.
Y esto lo vemos claramente reflejado en lo que hacen los padres.
Como ninguna otra persona el padre posee un poder especial para moldear y formar la vida de la otra persona –y hablamos de padre tanto como de madre, de paternidad tanto como de maternidad- Todos los conceptos básicos sobre el carácter brotan de la vida de este hombre –y de esta mujer- La estima. Los principios. La identidad. Y los puntos de seguridad. Cuando pensamos esto por un momento, vemos que hay pocas cosas que sean más poderosas.
Nos hemos estado preguntando ¿Qué es un líder? ¿Cuál es el corazón del liderazgo? Si le viniera a la mente una palabra que identifique con ella sola todos los principios básicos sobre el liderazgo verdadero, ¿cuál sería?
Es papá –mamá- ¿no es cierto?
Qué palabra. Qué palabra tan llena de poder ¿Es de extrañarse que a todos los hijos de Dios se les enseñe a orar diciendo: “Padre nuestro, que estás en los cielos…”? A Dios le gusta que lo llamen “Abbá, Padre”.
¿Por qué no hay más lideres dispuestos a mantenerse firmes? ¿Por qué no hay más lideres que muestren unas manos jóvenes a las cuales asirse? ¿Habremos olvidado que eso es lo que hacen los padres –las madres- en lo que consiste ser un verdadero líder?
La raíz del liderazgo es la paternidad –maternidad- Ahora bien, piense en el término en forma amplia, más que de forma estrecha. Aunque no tenga usted hijos propios, puede ser padre –o madre- La paternidad –maternidad- es un campo amplio. En su centro, tiene que ver sobre todo con las actividades de originar, influir y dar forma. Yo creo que si la comprendiéramos correctamente, llegaremos a la conclusión de que todo líder es, al nivel de su alma, un padre –o una madre- tanto si tiene hijos biológicos, como si no.
Paternidad. Vínculo biológico, psicológico y espiritual que existe entre un padre y su hijo.
Maternidad. Estado de la mujer que consigue tener hijos, aunque se refiere también al tiempo del embarazo y al de después del parto Vínculo biológico, psicológico y espiritual de una madre con su hijo.
Padre –madre- según el diccionario es aquel –aquella- que ha engendrado un hijo; el –la- que cuida de alguien; aquel –aquella- a la que se debe respeto; un originador; alguien que es el comienzo de algo.
Tiene más que ver con cuidar que tan solamente con engendrar.
Ser padre –madre- es algo más asombrosamente poderoso. Engendrar. Ser el fundador. Ser el fundamento. Ser el autor. Es alguien que reúne el ámbito y la secuencia de la vida. Es ser quien crea el plan de desarrollo para las generaciones venideras. Es ser autor. Aceptar la responsabilidad de algo.
Toma unas torpes manos jóvenes con tierna fortaleza y asirlas hasta que los jóvenes pies puedan caminar seguros por un a senda que a veces es oscura, y a aveces es resbaladiza.
1. Busque al Padre de todo. Viva para la eternidad, y no para los fines de semana. Piense en función de su visión y misión. Piense más allá de usted mismo. Entréguele su vida al Padre de todos, y a las personas que él en su soberanía ha puesto alrededor de usted. Casado o no, tenga hijos o no, usted es líder. Fue hecho para estar con otras personas como proveedor, protector, maestro y amigo. Adelante.
2. Sea modelo de autoridad y enseñe el respeto a ella. Usted es un originador, un fundador, un autor. Autor es la palabra que se halla en la base de la palabra autoridad. El padre –la madre- es una autoridad, y representa al Autor de todo, que es la Autoridad máxima. Enseñe a respetarse mutuamente, respetar a todos los demás.
3. Ayude a ver el cuadro general. Muestre la forma en que Dios ve al mundo. Ayude a luchar con una perspectiva eterna. Enseñe que la vida es mucho más que tener un trabajo, un puesto o una familia. Es una misión: ¡Vivir para el Reino! Sea parte de una iglesia; una que tome a la Biblia, a sí misma y a usted en serio.
4. Tenga un sólido compromiso a favor de la unidad. Ayude a otros a comprender que bajo su liderazgo no puede haber aislamiento ni enemistad. Arránquelos apenas aparezcan. Sáquelos de raíz.
5. Sea positivo en la edificación de la seguridad de los suyos.
En la vida no son muchas las cosas en las cuales los hijos no se puedan enfrentar, si tienen la fuerte mano de su padre fuertemente asida de la suya.
Y mientras está haciendo esto, agárrese con la otra mano a su Padre celestial. Deje que Él sea su seguridad, sabiduría y estabilidad cuando no es capaz de hallar las suyas propias. Deje que su fortaleza lo lleve colina arriba en la vida hasta que lleguen juntos, riendo, al portal delantero del cielo.
¿Acaso no son para eso los padres?
La paternidad –maternidad- es el corazón mismo del liderazgo. Nunca somos más fuertes, que cuando nos asimos de la mano de aquellos que buscan fortaleza en nosotros.

JESÚS EL EJEMPLO SUPREMO, EL MODELO MAXIMO.
El secreto del liderazgo de Jesús.
Mientras nos acercamos al final, llenemos nuestra visión con otro Hombre, con otro Líder que estaba aprendiendo a ser aquello que debía ser.
¿Recuerda que a los doce años de edad, Jesús se quedó separado de sus padres en Jerusalén durante una fiesta? Después de buscarlo durante tres días, “le hallaron en el templo, sentado en medio de loas doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles”(Lucas 2.46). José y María se quedaron asombrados ante este giro de los acontecimientos, y ella le dijo: “Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos estado buscando con angustia”(Lucas 2:48).
¿Recuerda la respuesta? “¿Por qué me buscabais? ¿ No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”(Lucas 2:49).
Jesús era un niño que estaba despertando a su llamado, que estaba comenzando a hacer valer su llamado, se estaba convirtiendo en hombre con toda rapidez. Estaba viviendo muy pronto aquello para lo cual había venido a la tierra. En el fondo, les estaba diciendo a María y José: “¿De qué se sorprenden? ¿Por qué me han andado buscando por otras partes? ¿Acaso no saben que yo nací para esto? Esto es lo que yo soy; esto es lo que yo hago ¿Les sorprende tanto?”.
Había un sentido de destino en este jovencito de doce años. Es un equilibrio interior que cada vez es más difícil encontrar.
Jesucristo es el ejemplo máximo de Persona, Hombre y Líder. Es el liderazgo al máximo. El Modelo perfecto. El Héroe completo.
¿Por qué cuando alguien quiere describir el arquetipo de líder, la imagen que nos viene a la mente no es la de Jesús? ¿Por qué sucede esto? Creo que es porque hemos buscado nuestras imágenes del liderazgo en todos los lugares donde no está.
EL CORAZON DEL LIDERAZGO DE JESUS: SU RAZON DE SER.
Jesús tenía un sentido de su propia razón de ser, claridad de visión. Fuerza en su dirección.
En varias oportunidades dijo: Mas para esto he llegado a esta hora. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo(Juan 12:27b, 18:37).
Los hombres de hoy andan en busca de algo. Eso es evidente. Pero toda la búsqueda del mundo no sirve de nada, si no se busca donde se debe. Es notable la ausencia en tantos líderes de hoy, de ese fuerte y motivador sentido de su propia razón de ser.
Lo que marca todos los aspectos de la vida de Jesús es un sentido impulsor de causa. “Este soy yo, esto es lo que hago, este el lugar donde voy, que ocupo y donde estoy… y, ¿por qué no vienes también?”.
El era un hombre con una misión. Eso es la que arrastraba en pos de Él a aquellos hombres fuertes. Es lo que persuadía en un instante para que soltarán sus redes, su martillo, su libro de contabilidad o lo que tuvieran entre manos, y lo siguieran. De repente, todo lo que los había preocupado parecía pálido, sin vida y ligeramente irrelevante. El Hombre que los llamaba era la Realidad ardiente. Una Gran Luz. ¿Qué podían hacer, sino seguirlo?
El líder verdadero sabe a donde va.
El doctor Lucas nos ofrece esta reveladora instantánea en capítulo 9 de su Evangelio: “Cuando se *****plió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén… Su aspecto era como de ir a Jerusalén”(Lucas 9:51, 53).
Afirmó su rostro. Fijó la vista. Iba a un lugar determinado. Poseía un propósito inconmovible. Afirmó su rostro para ir a Jerusalén, sabiendo muy bien lo que lo esperaba allí: el odio, el ridículo, las torturas; el inenarrable pecado y la rebelión del mundo entero de todos los tiempos, que serían escritos con fuego en su ser. Muchos más negros que todas aquellas sombras, era el rechazo y la ardiente ira de su propio Padre, que esperaban. Pero ni siquiera estas perspectivas hicieron más lento su caminar o más débil su decisión. Estaba dispuesto a pagar el precio máximo, por que era un hombre con una misión, porque era un líder con una misión.
En Evangelio según san Juan 19:30 vemos la última y cegadora llama de esta ardiente firmeza. Esta vez, el Dios-hombre estaba colgado de una cruz. A los que le rodeaban, les parecía una víctima. Pero Él no tenía nada de víctima. Sumergido como estaba en el mar de angustia y horro, estaba alerta a los detalles mínimos de las Escrituras, que les susurró: “Tengo sed” a los soldados que lo miraban desde abajo(Juan 19:28). Llegó el vinagre hasta sus secos labios y, una vez hecho esto, después de haber hecho cuanto tenía que hacer, gritó con gran voz: “¡Consumado es!”.
No fue un gemido. No fue un suspiro de resignación. Fue un grito que sacudió el universo, desde las mazmorras del infierno hasta las estrellas.
“¡Ya está!”.
Y así fue. La misión estaba terminada. Había realizado aquello que había venido a hacer. Había terminado los negocios de su Padre. Una cuantas horas antes, adelantándose a este momento, había levantado los ojos al cielo para decir: “He acabado la obra que me diste que hiciese”(Juan 17:4).
Ese es el corazón mismo de lo que hace a un líder. Ese sentido de resonante de destino. Ese reto a vencer que atrapa el alma. Vencer por una causa.
Verá. Cada hombre fue hecho para una causa. El hombre fue hecho para algo que se halla fuera de sí mismo. Para algo que se halla más allá de él. Una causa eterna.
Porque la causa de Cristo nunca muere. Nunca disminuye su llamado sobre la vida de un hombre. Nunca cesa de palpitar con urgencia, mientras corre su breve carrera hacia la eternidad.
Esa causa es eterna. El Reino está allí afuera. Las obras del Reino espera a que alguien las haga con el poder prestado del Todopoderoso. Si usted y yo seguimos tratando de identificar nuestra razón de ser en la vida con alguna profesión de trabajos diarios, estaremos perdiéndonos el derecho al corazón del verdadero liderazgo. No es de extrañarse que tantos de nosotros nos sintamos frustrados –como personas, padres, hijos, profesionales y hasta como cristianos- en nuestra carrera y nos hallemos al borde del precipicio de las crisis de la vida. No es de extrañarse que nos sintamos entumecidos a veces por el aplastador vacío de todo lo que nos rodea. Estamos buscando una razón de ser; fuimos hechos por una razón.
Su razón de ser no se halla dentro de usted.
Debemos hallar nuestra razón de ser fuera de nosotros. La debemos hallar en Él.
Tanto usted y como yo, que somos líderes, necesitamos apoderarnos de esa misma claridad de visión que distinguió tanto la vida de Cristo. Necesitamos entregarnos por otros y para los otros, tal como Él lo hizo. Para que la familia tenga salud. Para que el pueblo viva bien. Para que esta nación pueda seguir experimentado su favor, y sea liberada del poder del pecado, con vidas transformadas por su sangre, libre de toda corrupción.
Hay un pueblo que necesita a los “Nehemías” de esta generación, pequeños que necesitan padres que los guíen, ovejas que necesitan pastores, quienes necesitan proveedores y previsores de visión clara; hombres y mujeres que se enfrente a lo peor que les pueda mandar el infierno, y permanecer, permanecer, permanecer.
Hay todo un mundo que necesita amor, guía, ternura, esperanza, dirección, protección, seguridad, ser restaurado y renovado; ser reedificado. Es la razón de todo líder… el anhelo del corazón de Dios… y la esperanza de Jesús. Es la definición de lo que es ser líder. Yo quiero de todo corazón emprender ese camino. Pero necesito unos cuantos compañeros de milicia que caminen conmigo. ¿Quiere venir? Vamos a caminar juntos.
Todo hombre –y al hablar de hombre también me refiero a la mujer- fue hecho con una razón de ser que está más allá de sí mismo. Cuando nos entregamos de manera irrevocable al máximo Líder, hallamos la visión, la razón de ser y la dirección necesarias para sostenernos durante toda una vida. Busque a Cristo y sígalo.

LA TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL DE LA CULTURA.
Pastor Alejandro Rodríguez.
Estamos viviendo un tiempo muy especial en nuestra Nación, en el cual veremos cambios profundos; la realidad de una Nueva Argentina y una sociedad transformada, por hombres y mujeres TRANSFORMADOS. Más allá de hablar de Instituciones, programas, ideologías o proyectos, nosotros estamos hablando de personas. Para que Argentina sea transformada, nosotros debemos ser transformados. Para que el cambio sea posible, este debe comenzar desde el individuo. Para que haya un cambio en Argentina, ante todo debemos reconocer “dónde estamos parado”, quiénes somos, de dónde venimos y cómo estamos. “EL ESPEJO DE NUESTRA ALMA ARGENTINA”. Como son los individuos, así será la sociedad. Es muy fácil hablar de moralidad, del “deber ser”, de un contrato moral. El cambio tiene que comenzar por nuestra propia vida, reconocer que estamos mal, para luego dar el primer paso.
Detrás de la cultura se mueve un mundo espiritual. La misma tiene que ver con nuestros valores, nuestra identidad y nuestra idiosincrasia. Las armas para pelear en la vida no son humanas, tienen un poder divino, un poder espiritual para destruir fortalezas, y esas fortalezas se expresan en argumentos.
Los ataques diabólicos sobre una Nación se manifiestan básicamente a través de los argumentos, y ellos son los que moldean la cultura. Finalmente, es la cultura la que determina la conducta. Cuando hablamos de INTEGRIDAD, no nos queda otra alternativa que pedirle al Dios de nuestra Nación que comience con nosotros. No son las plataformas o los programas políticos los que la transforman, sino hombre y mujeres íntegros e idóneos.
Para finalizar, digámosle a Dios: “Quiero que el cambio comience por mi propia vida, y siga por mi familia, mi comunidad, mi provincia, y mi Nación”.
Dice la Santa Palabra de Dios que “conoceremos la verdad, y la verdad nos hará LIBRES”.

CONSTRUYENDO UNA NUEVA IDENTIDAD NACIONAL.
Pastor Guillermo H. Prein
¿Cómo es el proceso para cambiar y generar una IDENTIDAD?
Necesitamos ser transformados, y para entender nuestro lugar, debemos saber dónde estamos. Debe haber un punto de partida.
Si usted es líder, no se canse de edificar. Y si no lo es, déjese edificar. Permita que permanentemente alguien esté construyendo, porque la siembra siempre trae cosecha. Genere principios. Ponga en los corazones aquellas pautas que son verdaderas. ¡Vívalas! Entonces podrá generar algo diferente y eso producirá una transformación.
No se canse de edificar. No se transforma de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba.
Dios nos ha dado la capacidad de desarrollar algo nuevo. Ahora bien, ¿cómo podemos edificar en una sociedad donde la corrupción está a la orden del día y la tenemos en todos los sectores?
¿Por qué no imitamos el ejemplo de Nehemías(Cap. 6-7-8), quien en medio del dolor generó un plan y de ser el copero del rey(expuesto a la muerte permanentemente), de un día al otro pasó a ser el Gobernador de Judá?
Mi pregunta es: ¿qué estás haciendo en medio de tu dolor? Anímate a preparar un plan en medio del dolor. Anímate a soñar. Deja que Dios pueda impactar tus sentidos y puedas ir más lejos de lo que puedes ver en este momento, porque si siembras, si construyes, si edificas, pronto verás aquello por lo cual estás trabajando; se hará realidad. Prepárate, aun cuando sea utópico, aunque parezca irreal, porque el tiempo VIENE, el tiempo LLEGA.
Argentina ya cambió; ha comenzado un cambio grande.
Usted y yo necesitamos edificar mucho, trabajar, sembrar, edificar gente… Tomemos también el ejemplo de David, quien tomó a los amargados, a los endeudados y a los afligidos, que se convirtieron en “los valientes de David”. No espere que vengan los “masters”, porque muchos de ellos sólo se fortalecen a sí mismos, pues carecen de principios.
Prepárese, porque el juicio llega, y lo que los hombres no hicieron, DIOS LO HARÁ.
Hoy vivimos sin ley. Hay quienes quieren abolir el Derecho Penal. Estamos viviendo en un estado de legalidad, pero no de justicia, pero no olvide que tenemos un DIOS JUSTO. Hay muchos conceptos que debemos cambiar, pero para liberar, debemos ser libres. LA INDEPENDENCIA NO ES BUENA, LA LIBERTAD ES MARAVILLOSA.
Edifique, pero no lo haga de manera exitista. Anímese a ser primero, segundo, tercero, cuarto, o quinto. Necesitamos gente en todos los niveles. El que tenga capacidad de dirigir, que dirija, y el que sea hábil, que vaya al frente. Somos un equipo, y una IDENTIDAD de equipo es lo que se necesita. El tiempo es YA, genera una NUEVA IDENTIDAD. Argentina está cambiando, y vamos a ver cosas grandes muy pronto.

LIDERES INTEGROS PARA UNA NUEVA IDENTIDAD.
Dr. Pablo Tigani.
Me voy a referir concretamente a un tema que está en mi corazón: VER EN ALGUN MOMENTO EN ARGENTINA, LIDERES QUE TRABAJEN CON INTEGRIDAD.
Hay una base para liderar con integridad, que tiene tres fundamentos: UNIDAD, APOYO Y GESTION. Vamos a seguir derribando mitos, diciendo que necesariamente “un jefe es un líder”.
En nuestra sociedad se tiende a evaluar a un líder por sus realizaciones.
Hay diferentes tipos de liderazgo: está el líder autocrático, el demócrata, el seudo-demócrata, y en ciertas actividades, el más común es el liderazgo mafioso.
Más allá de esta mención, este es el mejor consejo que puedo darles a quienes lideran: “tenés que caminar lo que hablás”.
Que lo que hacen, sea consistente con lo que viven.
“Una vida conforme a fundamentos, puede transformar una sociedad”, el auto-respeto, la dignidad y la conciencia limpia.
Liderar es entrega, amor, excelencia…
Si no está dispuesto a entregarse, mejor no acepte el desafío. Líder es aquel que puede mantener el clima emocional ante la crisis, los problemas o las situaciones cambiantes. Es aquel que puede trabajar con personas difíciles. “Con personas fáciles trabaja cualquiera”. Es también el que refleja más cerca los sentimientos del grupo. No olvidemos que la INTEGRIDAD debe ser patrimonio de todo integrante del liderazgo, independientemente de la posición que ocupe dentro de una organización. Por lo tanto, el líder número uno de la integridad es aquel que está seguro que aquellos que lo acompañan trabajan en su mismo espíritu, que puede dar fe y respaldar a aquellas personas en las que delega las cosas que él mismo no puede hacer, y no en personas que traten de cubrir los errores o las faltas que él pueda cometer.
Por último, un buen líder debe fomentar un ambiente inclusivo, no de castas privilegiadas. Debe promover opiniones abiertas y participativas, debe premiar el aporte de ideas y desarrollar gente. Estas son conductas deseables para vos, si sos líder. Hay 7(siete) valores apreciados por la gente en un líder en gestión: buen desempeño, integridad, conducción, trabajo en equipo, estar orientado a servir, respeto por la gente, y por último, estar orientado hacia la comunidad.
Existe un octavo valor quizá sea el más importante o digno de resaltar: LA TRANSPARENCIA. “La gente tiene que saber lo que hago”.
¿Cómo puede hacer un líder para que su liderazgo sea efectivo? Hay llaves, hay una estrategia concreta, posible y exitosa: predica con el ejemplo, piensa en apoyar a tu grupo y enseña todo lo que sabes, no te guardes nada –cuando el grupo esté listo para recibirlo, recuérdese a Nehemías- Al *****plir estas fases, el resultado será un liderazgo íntegro.
Esta propuesta de liderazgo con INTEGRIDAD ya tiene un punto de partida, y creo que hoy mismo es el día. Recuerde siempre estas tres palabras: UNIDAD, APOYO Y GESTIÓN.
Estos artículos son los conceptos más sobresalientes del Seminario de Valores Culturales Cristianos Siglo XXI, realizado en el mes de Junio del 2005, en uno de los salones de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; y que se publicaron en la edición del mes de Julio del 2005 del Periódico Red Vida Noticias, del Centro Cristiano Nueva Vida.

UNA REFLEXIÓN FINAL.
Al principio hacíamos las siguientes preguntas:
¿Cuántos quieren ser –convertirse en- líderes?
¿Cuántos saben lo qué es y hace un líder?
¿Cuántos saben cómo es y lo que hay en corazón de un líder?
¿Qué clase de líder soy? ¿Soy el líder que el pueblo y la nación necesitan y requiere?
¿Soy el líder que Dios quiere que sea?
Estas son preguntas para llevarnos a meditar y reflexionar.
El ser líder no nace de un impulso, no es respuesta a un estimulo de nuestras emociones. Incluso podemos afirmar que no se es líder por decisión propia, sino por un llamado de Dios.
Nosotros elegimos responder a ese llamado o no. El llamado quema como un fuego, como en el caso de Nehemías, Jeremías, Pablo, y el mismo Señor Jesús. Él nos llama a ser la clase de líder que él ha planeado y quiere que seamos, la clase de líder que él ha soñado, la clase de líder que él es.
Pero, sino tenemos cuidado, podemos apagar ese llamado.
El Maestro, el Líder Máximo, el Rey de reyes y Señor de señores, está aquí y te llama, te dice: “¡Sígueme! ¡Te haré pescador de hombres, sal y luz del mundo! ¡Luz a las naciones, líder de los pueblos, cabeza de las naciones!”.
¡¿Qué harás?! ¡¿Qué haremos?!